Puede simbolizar la falta de poder o de control.
Puede simbolizar la creatividad y la habilidad de crear la propia realidad.
Puede simbolizar el deseo de escaparse e ir a algún lugar exótico o relajante.
Puede representar aspectos de su lado femenino.
Significa el fin de una dependencia moral o material salvo que estemos arrodillados ante él, en cuyo caso augura penas.