-Si somos creyentes presagia una ayuda providencial, consuelo, incremento de bienes materiales y espirituales.
-Si no somos creyentes, anuncia males y calamidades salvo que nos hablen, en cuyo caso anuncia el fin de nuestros males.
Estar en una tumba o en una funeraria y verse colocando flores frescas o una corona de flores en la tumba de alguien que conoce, sobre todo si esa persona aún vive, sugiere que hay un punto de desa...