Representa todo lo que debemos vencer para liberarnos y expandir nuestra personalidad.
Soñar que no puede detener el flujo de sangre de una herida o una abertura del cuerpo significa que puede ser víctima de fuertes dolores de cabeza y migrañas en un futuro próximo.
Puede simbolizar que un viaje emocional o espiritual está en proceso o a punto de comenzar.