Puede ser un símbolo de cosecha, crecimiento y fertilidad.
Se considera un bien inapreciable. Significa riqueza y feliz culminación del trabajo. La riqueza será proporcional a la cantidad de maíz soñada, del mismo modo lo que le ocurra al maíz, en bien o en mal, será lo que le ocurra a nuestra riqueza.
Los personajes o la gente en los sueños pueden significar o representar muchas cosas diferentes según sean conocidos o desconocidos para ti, o según tus relaciones e interacciones recientes con ellos en la vida consciente.
-Si nos hallamos imposibilitados de movernos entre la gente revela nuestra incapacidad de dominar los acontecimientos, debilidad de carácter. Gran timidez.
-Si es otra persona la que se encuentra en esta situación y no podemos acercarnos a ella el sueño denota nuestro deseo de conquistar su afecto y amistad y el temor de no lograrlo.
-Ver una multitud sin mezclarnos con ella anuncia alguna desgracia o malas noticias, en especial si visten de negro. A veces se trata de un cambio social, político o económico de carácter general.
Soñar
que está comiendo maíz podría interpretarse como una advertencia. Es posible
que pronto sufra algunas pérdidas menores en un futuro próximo. Cosas como
posesiones materiales de poco valor o quizás la disolución de un grupo musical
que te gusta escuchar. Aunque sean algo preocupantes, experiencias como éstas
sólo tendrían como objetivo hacerte más fuerte al final.
Soñar con un largo periodo de tiempo en el que el tiempo no es más que lluvia significa que el éxito que has conseguido hasta ese momento de tu vida puede cambiar fácilmente su curso en tu perjuici...
Soñar que estás en medio de una conversación sobre religión con otra persona es un símbolo de tus dudas y preguntas sobre tu propia fe. Es posible que hayas llegado a algún tipo de despertar o real...
Esto podría ser una indicación de que necesita escribir sus pensamientos en un papel. Esto también podría sugerir que usted puede tener deseos de hacer que sus pensamientos sean conocidos y activos...
Puede simbolizar el deseo de conectarse con el espíritu de uno o más seres queridos que han muerto.