Nuevas condiciones beneficiosas para las relaciones afectivas y familiares.
Puede representar algo o alguien que es peligroso, o incluso venenoso en algún nivel (emocional, espiritual o psicológico).
Indica que estamos renunciando a tomar nuevas iniciativas creadoras. Estamos estancados.
Puede simbolizar el hecho de sentirse apartado, criticado o sometido a escrutinio.